“Los valores, el corazón de una organización”.

Los valores personales, grupales y organizacionales influyen en el comportamiento y en la forma en que se trabaja en equipo. Las Diez C del crecimiento permiten identificar cómo estos valores se manifiestan en la práctica, favoreciendo el desarrollo individual y colectivo.

1. Relación entre valores individuales, grupales y organizacionales:

-Valores individuales: Son creencias personales que guían el comportamiento de una persona (por ejemplo: responsabilidad, honestidad, respeto).

-Valores compartidos en el grupo: Son los valores que se desarrollan y refuerzan en la interacción entre los miembros de un equipo. Se manifiestan como normas o acuerdos implícitos (por ejemplo: trabajo en equipo, empatía, compromiso).

-Valores organizacionales: Son los principios que una organización establece como esenciales para su cultura y funcionamiento (por ejemplo: innovación, orientación al cliente, ética profesional).

2. Manifestación de las Diez C del crecimiento individual/colectivo con ejemplos:

Las 10 C son principios que guían el desarrollo saludable de las personas y los equipos dentro de las organizaciones.

  1. Conciencia:
    Ser consciente del impacto que tienen nuestras acciones en los demás.
    Ejemplo: Un empleado nota que sus comentarios afectan al grupo y decide cambiar su actitud.

  2. Compromiso:
    Asumir responsabilidades con seriedad y constancia.
    Ejemplo: Una persona entrega su trabajo a tiempo, aunque eso implique hacer un esfuerzo extra.

  3. Confianza:
    Creer en uno mismo y en los demás para trabajar en conjunto.
    Ejemplo: Un líder delega tareas importantes porque confía en su equipo.

  4. Comunicación:
    Expresar ideas con claridad y saber escuchar.
    Ejemplo: Un equipo organiza reuniones para hablar abiertamente sobre los avances y dificultades.

  5. Cooperación:
    Trabajar con otros para alcanzar un objetivo común.
    Ejemplo: Dos compañeros se ayudan mutuamente a terminar un proyecto urgente.

  6. Coordinación:
    Organizar tareas y tiempos para trabajar de forma ordenada.
    Ejemplo: Cada miembro de un equipo tiene un rol definido y sabe cuándo debe entregar su parte.

  7. Creatividad:
    Buscar soluciones nuevas e innovadoras.
    Ejemplo: Se propone una nueva forma de atender clientes para mejorar el servicio.

  8. Coherencia:
    Actuar de acuerdo con lo que se piensa y se dice.
    Ejemplo: Una persona que promueve el respeto también lo practica con todos.

  9. Cuidado:
    Preocuparse por el bienestar propio y el de los demás.
    Ejemplo: Un grupo anima a un compañero que está pasando por un mal momento.

  10. Celebración:
    Reconocer los logros propios y del equipo.
    Ejemplo: Después de alcanzar una meta, el equipo celebra con una pequeña actividad o mensaje de reconocimiento.

Conclusión:

La integración entre los valores personales, los valores compartidos por el grupo y los valores promovidos por la organización es clave para lograr una cultura organizacional sólida, coherente y motivadora. Las Diez C del crecimiento actúan como indicadores del nivel de madurez y salud emocional de los equipos, y su aplicación permite observar cómo se vive el respeto, la confianza, la comunicación o la creatividad dentro de un espacio laboral. Cuando estas dimensiones se alinean, no solo se alcanza un mejor rendimiento, sino también un ambiente más humano, donde las personas pueden crecer juntas con sentido, compromiso y propósito.

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Yamilex Garcia

Yamilex Garcia, Estudiante de Psicologia Industrial.